27 de diciembre de 2013

Sin ti, ir es no ir a ningún sitio. Sin ti, ser es no acabar siendo. Sin ti al mí le falta al menos una eme. Sin ti no hay abrazos, ni caricias, ni la nuca se ve sobrecogida por tus caracoleos tiernos y distraídos.  Sin ti nada respira, ni tiene el mismo sabor. Sin ti no hay planes de futuro consistentes. Sin ti me arrastro y mal arrostro. Sin ti el amor es sólo Roma, pues todo está al revés. Sin ti todo es nudo en la garganta. Sin ti solo soy emoción incontrolada, lágrima. Sin ti no hay justicia, sino legislación vigente. Sin ti no hay hambre sino hambruna. Sin ti todo es cansancio y pesadez. Sin ti no hay música, ni pintura, sin ti la literatura no es de ficción. Sin ti el sueño es pesadilla y la soledad, frío. Sin ti estar triste es un estado permanente. Sin ti el espejo es un mal estado de ánimo.  Sin ti entra peor la luz en casa. Sin ti cocinar es solo alimentarse. Sin ti ducharse es solo guardar la higiene. Sin ti la sábanas no dibujan nada. Sin ti me aburro de ser yo. Sin ti los días pierden su nombre. Sin ti me duelen los labios por tan cerrados. Sin ti no hay ganas de escribir. Sin ti el sueño es pesadilla. Sin ti no hay noches sino terrores nocturnos. Sin ti solo hay dudas. Sin ti, por desgracia, es todo para mi. Sin ti no puedo ayudarte. Sin ti las fotos salen feas. Sin ti no hay sustos ni sorpresas,  ni asusto a nadie ni escondo notas. Sin ti no hay dibujitos hasta en las paredes. Sin ti no hay piedras en los bolsillos, ni paseos, ni atardeceres. Sin ti no hay risa emocionada y que sobrecoge, no hay saltitos en la barriga ni un temblor que no se nota. Sin ti no hay siete horas de sueño, sin ti el estudio es tortura y el mérito o el éxito no valen un bledo. Sin ti la inquietud se vuelve inquietante. Sin ti hasta las bombillas son mortecinas. Sin ti no hay estrellas fugaces. Sin ti no hay aroma sino olor. Sin ti todo es sin. Sin ti, sí.