En el mundo al revés de repente hay un cambio de ciclo político, no volveremos a ver a todos aquellos políticos que ya lo han sido. De repente el sistema investiga y reprime a todos aquellos que no hagan bien su gestión, son escarnio público todos aquellos que afectan o atacan lo común, no se les suelta hasta que reparan todo el daño, luego sólo les quedará el aislamiento. Ni siquiera el gobierno es algo distinto a un consejo de sabios, que pregunta constantemente, que expone el plano de opciones que elegir por el ciudadano. No se aceptan los grupos de presión ni los grupos interesados, cada ciudadano ha de tener una idea y así ha de manifestarlo. En el mundo al revés la propia responsabilidad es un valor social. En el mundo al revés la gente paga sus impuestos y cobra según lo que trabaja, sin incentivos exorbitados, sin fraude, sin recortes y sin engaños. En el mundo al revés los ciudadanos deciden sus presupuestos y cualquier hombre es igual a todos los hombres. En el mundo al revés la educación, la cultura y la investigación triplican el presupuesto del ejército. En el mundo al revés la policía ayuda a los desorientados y la propia gente es policía de sus actos. En el mundo al revés el amor es un valor y la felicidad interior bruta un concepto nacional, como en Bhután. En el mundo al revés todos los días brilla el sol a través de la ventana del cuarto de baño y llueve sólo dónde y cuando es necesario. En el mundo al revés la tristeza sólo puede ser un estado voluntario, como el luto. En el mundo al revés la maternidad y la infancia se protegen como el tesoro nacional que son. En el mundo al revés la pobreza es motivo de vergüenza y motivo para reconocer que algo se ha hecho mal, por intolerable. En el mundo al revés tú y yo sólo somos tú y yo, y nuestros actos sólo serán actos de amor. En el mundo al revés estará prohibido que pueda existir un mundo al revés y tú, lector, lectora, me pararás por la calle para darme un abrazo y compartir conmigo tus pensamientos. En el mundo al revés simplemente no tendréis que girar nada para leer.
lunes, 12 de diciembre de 2011
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