viernes, 18 de julio de 2014

Hasta aquí llego


Hoy llego hasta aquí. Es un adiós. No más amor a bote pronto, a contratiempo, no más amor alentando otros, desalentando sombras, arrojando luz desde mi interior. No más besos arremolinados por entre los cuerpos desnudos y risueños, ensabanados, no más sueños o mensajes ilusionados encubiertos. No más mirarte a los ojos, amor, ladrón, amigo, imbécil o corrupto, tras tanto todo después de tanto. Tampoco más quejas con razón o sin ella, no más tristezas ni atardeceres tristes que se regodean en la blandura de lo que la lágrima holla, no más ven, vente, no más nunca, no más siempre. Hoy ya no más. Hasta aquí pues aquí llego. De repente he asumido que si siempre cojo los mismos caminos en mi vida, jamás podré llegar a destinos distintos, que si tras ocho años escribiendo escrupulosamente solo atesoro mis propios textos algo mal he hecho, pues si en algo he ayudado en todo lo que se constata, no tiene mucho sentido ya seguir en el empeño inicial, pues nada aporta, nada ayuda, en nada sirve que no lo haya hecho ya. Vivir eternamente de una ayuda, la que se ofrece o la que se recibe, tanto da, le quita todo el valor, así que ya no más, ya no, ¿para qué? Tampoco puedo dejar de pensar que el hueco que ocupo, que no he dejado de ocupar, (querido Milo Luna, te dejo sólo), impide que alguien también pueda expresarse, que quizás por ello nos perderemos grandes voces que esperan tener eco y que ya les toca. Por eso también lo dejo, me voy, ya no más, ya no. Afirmo que nada ha de durar eternamente, no me parece ético, ya que asumo que la vida tiene otra lógica, que vivir es estar viviendo, que entonces sólo nos queda el movimiento, también el dejar pasar a veces, el estar solo un rato o ceder el paso, dar la oportunidad a otros así no se la hayan ganado o sí ¿a quién le importa? Que cada uno aquilate su postura cultivando su propio mérito. Leí en un laberinto alquímico medieval algo que se me antoja incontestable: Al UNO no se llega de un salto y tampoco sin perderse. Hoy aquí, una vez más, os abrazo, os digo os quiero, os digo ojo, atención, os digo fuerza, os digo salud y os digo belleza, hoy al fin os digo adiós, os digo gracias y os digo nos veremos, sed vosotros, pues yo aún sólo voy siendo mientras tanto. Ahora sin más, con las palmas hacia arriba, aquí descansa.