Pues todo está en los libros, la vida y la muerte, pero no todo está ya
escrito por los que vencieron, los que firmemente agarran la pluma y tuercen
los renglones, no de Dios, ni de nadie, los que asfixian y pisan la vida, todos
aquellos con los que me revuelvo, contra los que me revuelvo, los mismos que
ignoran mi insignificancia pero que no vencerán mi resistencia inamovible, la
perseverancia ínfima de este que los señala con el dedo y que no les escupe a
la cara porque se interpone un parapeto. Les desprecio, les repudio, les
señalo, les condeno, les deseo el mal, el oprobio, espero poder escribir su
caída y miseria en el tiempo, espero poder decir a mis nietos , les vencimos,
les mandamos al infierno, al mismo infierno que nos vendían, les hicimos pasar
por el pasillo de la ignominia, de la
muerte en vida, del exilio del recuerdo, dimos justa sentencia a tan injustos
ataques, al final encontraron la horma a sus excesos, al final hicimos palanca
y el miedo cambió de bando, allí se lo
comieron y se lo comen desde entonces aquellos expropiados. Todo estará en los
libros, pues tanto todo en verdad es tanta nada. Pues tantos muertos no son
sino apenas un color en una escala. Pues
acaso la vida desconozca la previsión de
futuro, porque ellos cultivan el miedo, el hambre, el desprecio. No hay tiempo
y nunca lo hubo. La urgencia pasó de largo y hoy todos temblamos, no ya en un
papel, sino en un nuevo escenario en que
todo vuelve a girar otra vez en nuestra contra. Siento vergüenza de nuestros
errores sempiternos, del conocimiento impuesto, siento rabia por una ciencia
que se consagra a las empresas, y una política que nos entierra entre mentiras,
es entonces cuando escribo, cuando no lo evito, cuando sueño un libro aún no
escrito sobre la extinción de los mierdas,
de la miseria y caída de un sistema asqueroso y repugnante, del gran
engaño institucional en que nos mantienen con respiración asistida. Es entonces
cuando no me cohibo pues convivo y exijo mi sitio. Todo estará en los libros,
sí, por eso os llamo al orden, al frente de líneas y al contexto, os llamo a
escribir lo que no está escrito, a leer lo que apenas está siendo concebido y
que se llama, sí, sabedlo, futuro.
viernes, 21 de marzo de 2014
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