viernes, 24 de mayo de 2013

La religión no es una ciencia


La religión no es una ciencia. Es absurdo y tendencioso afirmar que sí lo es, induce a error, engaña al conocimiento y a la razón, lo siento. Es una barbaridad tan grande como hablar de Humanismo Cristiano. Pueden echárseme encima. Para Sócrates era la ignorancia lo que volvía pecadores a los hombres. Para él, el Conocimiento era sinónimo de Virtud, en tanto que era la Ignorancia la que promovía el Mal. Si aún no lo habéis intuido, es una postura ética absolutamente opuesta a la cristiana, sabed que desde la Grecia clásica se sabe que la Ciencia nos libera del terror de los Dioses. Que es gracias a Galeno, a Diofanto, a Ctesibio, a Euclides, a Hiparco, a Aristarco, a Eratóstenes, a Ptolomeo, a Sosígenes, a Herón, a Apolonio, a Arquímedes, a Antístenes, a Diógenes, a Epiménides, a Epicuro, a Lucrecio, a Séneca, a Epicteto, a todos aquellos anteriores al oportunismo de Filón de Alejandría o de Orígenes o de Plotino, o de los Neoplatónicos, y de todos aquellos que evitaron, con San Pablo a la cabeza, que el cristianismo como una secta judía más de la época se extinguiera sin más al combinarlo, precisamente, con la filosofía griega. Aunque lamentablemente, a diferencia de la Filosofía, del amor al conocimiento, a las preguntas y respuestas sempiternas de la razón, se le impusiera la religión, que lo “respondía” todo con la palabra Dios. Es sabido que tras absorber los conceptos del Neoplatonismo y del pobre Plotino, la pobre y mortal oscuridad medieval hizo dominar  al cristianismo hasta el Renacimiento. Busquen a Justiniano en el año 525  y su decisión de cerrar las escuelas de Filosofía que quedaban, encuentren pues el término Oscurantismo. Muerto el libre pensamiento, éste sólo se aproximaba si era un libre pensamiento cristiano.  Deben saber que fue con Hipatia de Alejandría con quien se supone que murió el libre pensamiento científico y que este luctuoso hecho dio alas al dogma cristiano, imponiéndose definitivamente a la civilización grecorromana. La religión no es una ciencia. No vean un ataque a lo privado, pues hablo de lo público. Defiendo vuestra opción privada, pero también mi espacio en lo público. Esto no es un ataque, es sólo un ejercicio de memoria, de conocimiento común sin aspavientos.