viernes, 6 de junio de 2014

Pido la palabra


El Rey no ha abdicado. Ha expresado su deseo de hacerlo. No hay marco jurídico que lo desarrolle. Mientras tanto los dos grandes partidos no están dispuestos a oír ni a sus propios miembros acerca de si es pertinente un referéndum que abra el diálogo sobre qué hacer ahora ante esta situación. Entiendo que debería ser un debate público y abierto pues afecta a la totalidad de lo que somos como país y como Estado. Lo que quiera que se haga nos vinculará por los años venideros. No creo que se pueda convivir si no se da la opción a descubrir por uno mismo cuáles de las formas y sistemas de gobierno que se proponen, es la mayoritaria, si no se permite que una opinión gane, los que no venzan jamás reconocerán su derrota y plantarán cara en su derecho pero en perjuicio de todos. No es el futuro que deseo ni entiendo dónde está el problema. ¿Tan convencidos están de que ganará la República como forma de gobierno? Si es así ¿acaso no sería un claro ejemplo de voluntad popular y ésta es soberana?, ¿cuál es el miedo?. En cualquier caso, el hecho de que se sometiera a consulta popular no sólo no aventura resultado alguno sino que ni tan siquiera sería vinculante, a más de  que la gente exprese su voluntad acerca de cómo queremos construir futuro. Sólo podemos respetar las distintas opiniones en espera de que se imponga la mayoritaria. El debate ha de ser abierto y en conciencia, tenemos el derecho y el deber de gobernarnos. Si elegimos representantes cada cuatro años, no podemos por menos, elegir a quien nos representará en el exterior por más tiempo. La ciudadanía es un organismo vivo que cambia con el tiempo, con sus virtudes y defectos, es también el salto generacional sempiterno ¿quién pretende impedir que se anuncie lo nuevo o se confirme lo que hay a nuestras espaldas? ¿con qué derecho? ¿acaso no se basa en eso la democracia que venden?. Lo de la bandera ya lo comentaremos, la de  la primera República no era tricolor, que no sea ese otro debate abierto distractor. Lo primero es lo primero. ¿quiero tener voz o no quiero tener voz? Yo pido la palabra.