Cuando
vivo este presente es cuando asumo que no hay vida inteligente en el universo,
básicamente porque nosotros somos un buen ejemplo de tal ausencia. Cuando
enciendo el televisor o reviso los diarios asumo que nos queda cada vez menos
tiempo, que tardará más en amarillear el papel que en extinguirse demasiados
derechos o conquistas sociales. Si hubo que luchar para conseguirlos, habrá que
luchar para retenerlos. Cuando presencio la manipulación diaria y el juego con
nuestros sentimientos, incluso con nuestra hambre o techo, es cuando asumo que
no puede esperarnos sino el enfrentamiento. ¿cómo se pone freno a quién no
frena su avidez y desposee al resto de sus mínimos? Es cuando hago memoria y
recuerdo, que deshago un camino de hechos y de silencios, que me retrotraigo en
lo que en cierto modo ya me es ajeno, pues así veo que ciertas decisiones
inciertas han errado a través del tiempo y descubro cómo hoy emulamos aquellos
desaciertos. ¿acaso no podemos dar por preciso y exacto que sabemos en qué
acabará todo esto si no lo encauzamos?
Debemos recordar en qué consiste esto del juego de la política, asumir
que somos nosotros quienes los ponemos ahí, que su pedestal no es de hierro,
sino sólo de tiempo, de un tiempo que consumen para si casi en su totalidad,
pero sabed que el tiempo no existe sin embargo, que podemos alterarlo y
arrebatárselo, pues si somos los legitimados para ponerlos donde están, ¿ acaso
no somos los mismos que legítimamente podemos bajarlos de su escalón
condenándolos al olvido, condenándolos a ser exactamente igual que nosotros ,
pues eso son en realidad lo que son? No es todo. Cuando veo a la gente
sonreír, ayudarse. Cuando soy testigo de cuántos tienden la mano y luchan por
lo ajeno llevados por la justicia y el amor al prójimo, es cuando sé que aún no
estamos acabados ni perdidos del todo.
Cuando veo a tanta gente dispuesta a no consentir, aguardando que
alguien de un paso en la dirección correcta para seguirlo sin vacilación, es
cuando asumo que aunque está tardando, alguien se va alzar. Esto es lo que
pienso mientras desde mi trabajo intento sortear a toda la gente que no asume
sus pagos ni su palabra para que no me arrastren con ellos. Mientras tanto
pienso y así me devaneo, asumo que cuando yerro, por suerte también se que ya sólo
me espera el acierto.
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Qué inyección de optimismo necesario para continuar!! Gracias!! :)
ResponderEliminarVaya Maida, me alegro, tengo la extraña sensación de ser un cafre excesivamente pesismista cuando reflexiono o me creo que lo hago. Gracias mil, como siempre.
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