No estamos aquí y no estamos siendo pisoteados. No tecleo así en este
preciso instante atemporal pese a todo, ni tú lo estás leyendo. No. No
nos están tomando el pelo, ni se suicida la gente ni pierden sus casas.
No hay una vuelta al pueblo para vivir de la pensión de ningún abuelo.
No hay más ricos que antes ni más pobres que nunca. Desde luego no hemos
perdido treinta años de derechos sociales. La educación es un valor de
la sociedad tan importante como su patrimonio, es una cuestión de
estado que nadie manipula. La cultura es la punta de lanza de la nación,
mucha y buena. El bien común está por encima de las ideologías.
Periodismo y verdad son palabras que hacen temblar a los corruptos. No,
no se está legislando en contra del pueblo. No, no es la mentira
institucional la que se distrae y encubre. Desde luego que la palabra
desigualdad ha sido desterrada. Razón, amor, ética, honestidad,
libertad, hermandad, esfuerzo, respeto, generosidad, humildad,
fraternidad, responsabilidad, son conceptos que los niños aprenden en
sus primeros años. La religión pertenece a la esfera privada de sus
pocos practicantes y no excluye, manipula, ni aún menos encubre ni es
incoherente. Se dimite porque un solo hombre no puede anteponerse al
colectivo que lo elige. Una promesa electoral incumplida es motivo de
nuevas elecciones. La responsabilidad del político es marcadamente civil
y penal. La ostentación está mal vista. La palabra gestión pública se
entiende como el modo de tratar de manera eficiente lo que es de sus
gentes. La mentira está proscrita. No hay apenas amigos de lo ajeno, aún
menos oportunistas y defraudadores.No, no estamos aquí, no llegaremos y
no, ya sabéis que no, España no cabe en esto que imagino y cierro.
jueves, 10 de octubre de 2013
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